Empezar bien el día
Hoy quiero hablaros de la importancia de un buen desayuno.
Quien de nosotros no ha escuchado alguna vez a nuestras madres y abuelas decir que “el desayuno es la comida más importante del día”.
Y así es, razón no les falta; el desayuno es una de las comidas más importantes del día.
Desayunar correctamente contribuye de forma positiva sobre nuestro rendimiento físico e intelectual, pues sirve para romper las casi 8 horas que nos pasamos sin comer y para “rellenar” los depósitos de energía.
Además, nos permite una correcta distribución de las calorías a lo largo del día. Está demostrado que las personas que no desayunan tienen un mayor riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad, ya que llegan a las siguientes tomas con más hambre y voracidad y tendrán mayor tendencia a picotear durante todo el día.
El desayuno debe aportarnos aproximadamente el 25% de los requerimientos energéticos diarios. Si queremos que sea equilibrado y completo y que nos aporte las vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y nutrientes importantes para nuestra salud, debe contener;
Un lácteo (leche, yogur o queso fresco).
Una pieza de fruta fresca o dos, si la consumimos en forma de zumo.
Un cereal (pan, galletas sencillas o cereales).
Podemos complementarlo con aceite de oliva, mermelada, algo de fiambre o frutos secos pero evitar siempre el consumo de azúcares rápidos presentes en la bollería y pastelería industrial. El desayuno es el primer momento de día para cuidarse.
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